martes, 7 de diciembre de 2010

capitulo 2.5

-¿Por qué lloro?- estaba a punto de meterle una torta. La alegría de verle estaba dejando de cegarme y recordé el tiempo que pasé preocupada, todo lo que hice, y solo por él- vives en un frasco de mayonesa Jonathan.


-¡Eeeh! ¡El borde soy yo! ¿Qué pasa Laia, España es tu territorio?

-Jonathan, en mi periodo en Barcelona, me he dado cuenta de que, en realidad, eres un cielo.

-¿Me vas a dejar entrar o me vas a tener en la puerta hasta que muera congelado?

-Debería dejarte ahí e irme a mi habitación vacía y olvidarte.

-¿de verdad quieres olvidarme?

No podía soportarlo, su cara me podía. Ver sus ojos verdes, su pelo, volver a oírle como si no hubiera pasado nada… como si no hubiera pasado nada… ¿nada? Le dejé entrar, le dejé campar a sus anchas. Yo me fui a la habitación de mis padres y me tumbé en la cama. Pasaron 10 minutos hasta que Jonathan me encontrara, y eso que mi casa no era muy grande…

-¿de verdad quieres olvidarme?

-no… ¿y tú a mi?

-sería imposible.

-Entonces… ¿no tienes nada que contarme?

-Tienes razón- Le miré expectante esperando su respuesta- Mientras no estabas… me lié con alguien.

-¿Qué?- no era lo que me esperaba

-Jo Laia que inocente eras… si quisiera contarte algo, te lo contaría.

Se acercó y se sentó al otro lado de la cama.

-Te odio Jonathan- Me levanté dispuesta a salir de la habitación pero me paré en seco al oír su voz.

-si me odiaras… Ya no estaría aquí, y lo sabes… en muchos sentidos. No estaría en Barcelona, definitivamente, pero creo que tampoco me hubiera despertado del hospital. Y aunque lo hubiera hecho… no sería yo Laia. No me digas que me odias si no lo sientes, porque no sabes que podría pasar si lo hicieras.

-entonces… deja de mentirme, de ocultarme cosas… me da igual si es por mi bien o no, porque puedes leerme la mente, pero parece mentira que sepas lo que siento, porque si lo supieras dejarías de “protegerme”. Confía en mi Jonathan, por favor…

Se levantó y vino a abrazarme, intente separarme de él pero siempre fue más fuerte que yo.

-Deberías dejar de abrazarme cada vez que la jodes, algún día dejará de funcionarte.

-¿cómo hoy?-me fue soltando poco a poco


-exacto

Salí de la habitación dispuesta a llamar a William para decirle que Jonathan estaba aquí. Pero no me hizo falta llamarle. Ya llamó él a la puerta por mí.

-Oye, me he dejado aquí el móvil

-Jonathan está aquí.

- ¿En serio? ¿Y por qué no me has llamado?

-Touché ¿Dónde está?

Le llevé a la habitación pero Jonathan ya no estaba allí. William pensó más rápido que yo, salió de la habitación y yo le seguí.

-Aquí está tu móvil

-Gracias

-Ya puedes irte

-¿Seguro? Deberías haber visto todo lo que Laia ha hecho por ti mientras estabas “desaparecido”- Jonathan me miró por una fracción de segundo y volvió a centrarse en William- Se ha rebajado mucho para que yo trabaje… ¿no es propio de ella verdad?

-¡¡Un momento!! ¿Qué sabes tú de mí?

-Ay Laia, Laia, ¡Qué inocente eres!

-Y ya van dos

-Yo sé lo que quiero saber

-¡Pero! No sabias nada de Jonathan

-¡Claro que lo sabia! Le puse el chip ¿te acuerdas? Lo único que aún no tengo claro es lo de la sombra. Pero sé lo que quiero, igual que sabía que Jonathan volvería igual que sabia donde estaba escondido.

-dónde…

-Ha estado aquí siempre Laia, estuvo viviendo en tu casa

-¿Cómo podías saber eso?

-Por la nevera…- Jonathan lo dijo casi sin pensar, estaba ausente- Te invito a irte

-Pero Jonathan!

-Sí Jonathan, ¿Por qué iba a irme? ¿Quién te va a quitar el chip?

-Vete.

Yo ya no sabía que decir, esta situación me sobrepasaba, no podía seguir escuchándolos. Sabía que William era un borde pero que fuera el malo de la película… ¿Sabría Dani lo de William? No había hablado con él desde lo del aeropuerto, empecé a sentirme mareada y los gritos alardeando de William no me ayudaban. Lo siguiente que recuerdo es despertar en la habitación de mis padres.

-¿estás bien Lai?

-¿Dónde está William?

-Cuando las cosas van mal el muy… cerdo, se pira

La habitación se quedó en silencio un rato demasiado largo para mi gusto, por fin Jonathan dijo algo…

-Lai, ¿Qué tuviste que hacer para que él trabajara?

-Nada- Me extrañó la pregunta, no sabía a qué se refería- ¿Por?

-Por lo que dijo…

-¡Ah! Solo fue porque dejé que fuera borde conmigo sin responderle… ¿Qué pensabas que era?

- No, nada…

-Jonathan… ¿por qué no viniste a buscarme si estabas aquí?

-Eso, Laia, es una larga historia…

-Pues empieza, tengo tiempo…

2 comentarios:

  1. Y como siempre me dejas con la intriga u.u'

    "No me digas que me odias si no lo sientes, porque no sabes que podría pasar si lo hicieras" - aquí me he quedado Ö

    mmm William es un poco rarito verdad? ¬¬

    sigueee eeeh? ;)
    demasiadas intrigas tengo en mi cabeza.. XD

    <33333

    ResponderEliminar
  2. señorita Damn...
    Para mi gusto se me ha quedado corto, no se si es porque ya había leído más de la mitad o por qué pero espero una compensacion pronto, a saber: puedes darme una pista sobre la historia de Jonathan, puedes subir el siguiente capi o puedes enviarme a Tom Fletcher por mi cumple a recogerme a la uni que sé que le tienes escondido debajo de la cama, pecora ;) jajaja
    bueno en cuanto al capies cierto que tiene bastante conversa pero eso siempre mola, por lo menos a mi me gusta, en el momento en el que estan hablando los 3 me he liado un poco sobre quien decia cada cosa, hubiera estado bien que pusieras lo tipico de "-dijo William" jajaja para los ignorantes como yo xD tambien es cierto lo de la nevera, bien jugado, auqneu no entiendo por qué Jonathan ha estado vivendo alli todo el rato? o.O se escondia bajo de la cama como Tom? Espero no tardar mucho para averiguarlo u.u
    PD: te sigo echando de menos, la otra tarde se me hozo muy corta...
    PD2: como verás he vuelto a las postadatas, sreo que serán los mas interesante de todo mi comentario u.u xDDDDDD
    ~MArina~

    ResponderEliminar