viernes, 3 de septiembre de 2010

capitulo 16

-¡Daniel, ¿qué haces?!


Jonathan bajaba corriendo las escaleras, supongo que leyó mis pensamientos. Se interpuso entre Dani y yo, cogió a Dani de los hombros para evitar que se acercara a mí.

-Vamos hombre, soy telépata no Superman, no tengo súper fuerza. Sólo sé lo que piensas y no me está gustando.

Dani levantó una mano y mandó a Jonathan por los aires. Por algina razón decidió cargarse a Jonathan antes que a mí. Yo quería gritar, sabía que sería en vano, pero se descarga mucha tensión haciéndolo. Además, no poder moverme me ponía muy nerviosa, no podía ver que estaba pasando a mis espaldas, pero Jonathan gritaba cosas para hacerle entrar en razón, pero estaba claro que era inútil, oía cada golpe que Dani le daba a Jonathan y me dolía lo mismo que podía dolerle a él.

-Daniel, déjalo- su voz sonaba muy tranquila para la gravedad de la situación, era obvio que Elisabeth también tenía poderes por que Dani paró en ese instante. Ella se acercó a mi- Tranquila Laia- Me tocó y caí al suelo como cuando sueltan los hilos de una marioneta- ¿Jonathan? Jonathan, ¿estás bien? Lo siento, tendría que haber llegado antes- La voz de la niña hizo que me encogiera el corazón, estaba llorando. Yo aun no me había dado la vuelta para verlo pero ahora tenía menos ganas, no quería ver si a Jonathan le había pasado algo por mi culpa, prefería verlo muerto que verlo…

-Tranquilas chicas, estoy bien- Sonaba muy débil pero estaba vivo.

Dani seguía de pie al lado de Jonathan. Seguía con los ojos rojos pero no hacía nada. Tampoco estoy segura de si respiraba.

-¿qué… le pasa?

-No se pondrá bien hasta que te vayas Lai

-¿irme? Pero…

-Vete a tu habitación, cierra con pestillo y no salgas hasta que yo te diga.

-Pero… No puedo dejaros solos aquí, no… Viene a por mí ¡No puedo dejaros solos ante el peligro!

-Laia, como veras, tengo la situación controlada, así que vete- Los ojos azules de la niña se volvieron más claros aún. Creo que me estaba manipulando porque me levanté y me fui. Llegué a mi habitación y cerré el pestillo sin darme cuenta de lo que hacía.



No sé cuánto tiempo pasé allí, a pesar de que habían traído todas mis cosas olvidaron sutilmente traer el despertador… Por mi estrado de nerviosismo no puedo juzgar correctamente el paso del tiempo, pero pareció una eternidad.

Llamaron a la puerta pero algo en mi interior me dijo que no abriera y después se confirmó en el exterior.

-Laia, no abras. Soy Dani, quería pedirte perdón, aunque sé que no es suficiente. Supongo que no puedo estar mucho tiempo junto a ti porque… paso a la fase “Asesinarte”. No quiero, no la controlo… Odio ser el malo de la película y más si eras tú a quien tengo que matar. Y todo por una estúpida profecía. Lo siento Laia, de verdad, no volveré a verte… y no vengas tu hasta que no estés segura de poder matarme.

-Dani…



Sabía que se había ido, no entendía nada ¿Por qué había vuelto a Dani un psicópata asesinaLaias? ¿De qué profecía hablaba? No, no entendía nada. Al rato vinieron Jonathan y Elisabeth.

-¿Y vuestra madre?

-Está durmiendo, estará bien- Jonathan me cogió y me sentó en la cama y se sentó a mi lado, abrazándome- Laia, yo… tendría que haberlo sabido antes pero la mente de Daniel es un sitio al que no quiero entrar.

-¿y ahora qué? ¿Cuál es esa profecía?

-¿Qué profecía?- Habló Elisabeth con gran curiosidad en la voz.

-No lo sé, Dani dijo algo de la profecía



Jonathan y ella se miraron, estoy casi segura de que hablaban entre ellos mentalmente para que yo no me enterara.

-Tengo derecho a participar de la conversación

Jonathan me miró curioso, pero sabía a que me refería

-¿Para qué fuiste a ver a Harriet?

-No estoy segura, creo que me enfadé antes de que dijera nada.

-¿puedo… verlo?

-Haz lo que quieras, siempre estás en mi cabeza de todas formas.

Cerró los ojos y al rato los abrió sonriendo. No entendía a que venía esa sonrisa cuando yo acabe tan cabreada.

-Es que tiene razón Laia- me desconcertó- estoy aquí por ti. Pero no es por ninguna profecía.

-Si queréis me voy, pero me gustaría saber que está pasando.



De repente me di cuenta de a qué se refería Jonathan, me quemaban las orejas y notaba que me estaba poniendo roja y, en mi blanco natural, se notaba mil veces más que en el supermoreno de Jonathan



-Vete a dormir Elisabeth, no vamos a solucionar nada con Harriet durmiendo y sin Daniel. Mañana lo veremos.

- Vale, buenas noches.



Nos quedamos solos Jonathan y yo. No quería que se fuera pero no se lo iba a decir, aunque mi boca no parecía pertenecerme. Hacia odiosos esfuerzos por mantenerla cerrada y cuando Jonathan llegó a la puerta, simplemente…

-¿Puedes quedarte conmigo?

-Claro Lai, solo tenias que pedirlo.

Una sonrisa iluminó su cara y se acostó a mi lado. En esa cama podría haber dormido también Elisabeth y seguiría sobrando espacio, pero me acurruque a su lado y me dormí en su olor.

1 comentario:

  1. Bonito final, después de tanta acción un poquito de calma :)
    Con que poderes... estoy deseando saber qué poder le depara a Laia el futuro. Y saber un poquito más de Dani... en el fondo no es tan malo, (cambio de opinión constantemente, en el proximo capi seguro que me vuelve a caer mal)
    El capítulo ha llevado un ritmo diferente esta vez, primero muy rápido y luego más relajado, me mola que hagas eso.
    PD: no más postdatas para mí..., me voy a jubilar, no me da de comer ya esto, el dinero está en la droga xDDDD TQ!
    ~Marina~

    ResponderEliminar