viernes, 2 de julio de 2010

capitulo 7

Se respiraba tensión en la habitación, era un momento delicado, lo sabía, pero necesitaba la respuesta, ya no era un capricho, me molestaba que hubieran involucrado también a Jonathan en esto.


-Laia, no creo que…-dudaba, miraba a la puerta esperando ser sorprendido por alguna enfermera.

Miré a todas partes buscando algo con que trabar la puerta. Me fijé en un armario, no era ni muy alto ni muy bajo, me llegaría a los hombros, y su anchura era perfecta el pasillo de la puerta. Me bajé de la camilla de un salto, cosa que le sorprendió y me fui directa a empujarlo.

-Jonathan, baja de ahí y ayúdame, esto pesa más de lo que creía.

-Laia, no es la mejor solución

-¿Se te ocurre otra?

-Es que…-hizo una pausa que para mi estrés fue enorme- es que la puerta se abre hacia afuera.

Me dejé caer al suelo y empecé a reírme, para variar en mi intento de solucionar la situación había hecho el ridículo, otra vez. La risa, en algún momento, se transformó otra vez en llanto y no dejaban de caerme lágrimas por toda la cara. Nunca iba a saber la verdad y eso… me hacía daño. Junté mis piernas a mi pecho y apoyé la cabeza en las rodillas, solo oía mi respiración perturbada por mis lágrimas.

Jonathan se levantó y me abrazó, no era lo que necesitaba, pero me hizo sentir mucho mejor.

-No te pongas así, Lai- sonaba muy suave, ¿Cómo había pensado en irme sin él?- Yo te lo cuento, pero no te pongas así…

Levanté la cabeza despacio, realmente no soporto que me vean llorar y, para una mañana, ya era suficiente, pero quería oírlo y si era de su boca… bueno, sería el único del que me fiaría. Esperé que se me secaran los ojos y le miré, no podía hablar por el dolor de garganta, de llorar, de gritar, de los nervios… Pero él sabía lo que quería así que solo esperó a estar seguro de que le oía.

-Laia ¿Qué quieres saber?

-Todo Jonathan, todo.

Realmente no quería una repuesta, imagino que era una forma de empezar la conversación, pero tenía la necesidad de responderle, no sé por qué pero lo necesitaba.

-Vale Laia, creo que es importante que sepas como has llegado hasta aquí, aunque quizás no deba empezar por ahí pero… si me interrumpen ya lo habré dicho.

-¿van a interrumpirte?

No era una pregunta del todo, sabía la respuesta pero quería asegurarme. Él asintió, lo sabía ¿Cuánto tardarían?

-Tranquila Lai, será una visita gratificante…- Me dejó mareada con esa respuesta a mi pregunta no formulada, pero no me dio tiempo a preguntar- En fin, a lo que íbamos- según iba hablando iba bajando la voz, no sé si por miedo o si por pensar cómo lo diría- Lai nunca… nunca llegaste a… cortarte, quiero decir, la intención la tenias pero… no te dio tiempo.


-¿¡cómo que no?!-quería creerle, pero eso no podía ser- ¿y las vendas, revisiones, los puntos…?

-Déjame adivinar, te da miedo mirar la herida en las revisiones y nunca la has visto realmente.

Era verdad, me asustaba mirar, no sé por qué, siempre me entretenía con algo. Al principio me autoconvencí de que era porque no me importaba, de que prefería estar muerta, pero no era eso.

-Ellos sabían que eso pasaba, así que no tuvieron que fingir demasiado… Bueno, ¿por dónde iba? ¿Cómo llegaste hasta aquí? Cuando fuiste a suicidarte, te durmieron… no sé si te habrás dado cuenta, pero desde que llegaste duermes más que hablas.

Claro que me había dado cuenta, pero… ¿eran ellos? ¿Qué sentido tenía?

-Bueno Lai, si duermes no te escapas, como estabas a punto de hacer.

Noté el énfasis en las últimas palabras, si me estaba contando eso era que quería que me quedara, estaba claro que no era un momento que le gustara recordar.

-Pero para que me quieren aquí Jonathan? ¿A mí que más me da si llegué en barco o en avión?

-¿Querías saberlo todo no? El caso es que tienes algo, algún poder, destino, o algo de eso, que no me dejan ver y tienen miedo de que lo uses en su contra, creo que eres una especie de… mmm… arma… pero solo depende de cómo te usen, no son los únicos que te buscan, solo los primeros que te encontraron.

-Y…-tenía una duda horrible en la cabeza, temía la respuesta-¿son de los buenos?

No respondió, pero su mirada lo decía todo, ¿Qué clase de plan malvado tendrían en mente? y lo más importante…

-El doctor John está a cargo de todo.

Eso me dejó simplemente sin palabras, después de Jonathan, era la única persona en la que confiaba, ¡¡nos había llevado por Londres!!¿Cómo podía ser ese hombre de apariencia tan amable el jefazo de los malos?

-no juzgues un libro por su portada…

-¿Cómo has averiguado todo esto?

-Por la doctora Katy, su mente es más débil porque no está segura de seguir aquí, cree que eres… demasiado joven para… utilizarte.

Era la primera doctora, la de la tarta, había desconfiado de ella desde el principio, mi sentido había fallado… había desconfiado de la única persona que dudaba y había confiado en el malo de los malos… Me puse a llorar otra vez, era horrible que hubiera en mi tantas lágrimas, odiaba llorar.

-Laia, te utilizaron… ¡tú no podías saberlo!- su intento de hacerme sentir mejor era un poco inútil, pero lo agradecía- Escúchame Laia, ya vienen… no saben cuánto te he dicho, pero no les importa, lo que traen te distraerá de lo que quieres. Lai, por favor, olvida lo que quieras, pero no te olvides de mí…

-Jonathan-me sentía ofendida por lo que había dicho- ¿Cómo me voy a olvidar de ti si eres lo que más…

Llamaron a la puerta, interrumpiendo mi declaración, Jonathan se fue a su camilla y me hizo un gesto para que abriera la puerta, fui totalmente insegura, ¿Qué podía ser que me hiciera olvidar hasta de Jonathan? Abrí la puerta y ahí estaba. No fue la enfermera sonrisitas la que llamó mi atención, era su acompañante: Un poco más alto que Jonathan, rubio, ojos azules y la sonrisa más perfecta que se creó en la tierra, era increíble que con los rasgos que tenia fuera español, pero así era, ¿Cómo me había olvidado de él? Dani, había venido a vivir a Londres con su padre. Lo que pasó a continuación sorprendió hasta a Jonathan que podía leerle la mente, así que a mi… casi muero

-Laia, ¡estás bien! Pensé… pensé…

Con los ojos llenos de lágrimas, de alegría imagino, se acercó hasta a mí y me besó. Tarde unos segundos en sentir dónde lo había hecho, estaba besando mis labios con tanta fuerza que me asusté al reaccionar.

1 comentario:

  1. Rubio tenía que ser!!! así la tentación no se puede resistir >.< de todos modos ha sido un beso robado! no vale, así que arma... pues destrozas con esto todas mis teorías u.u bueno aún me queda una a ver si acierto! xDD pobre Jonathan me da penita y ahora con Danny... :@ y como sabe Jonathan que Jonh es de los malos?? eso deberías expliarlo pronto!! (ya sabes, siempre es una opinión xD)
    PD: Jonathan y Jonh son la misma persona?? no verdad?? pues me confunden los nombres!!! xD
    ~Marina~

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