jueves, 8 de julio de 2010

capitulo 8

-Wow!-dijo la enfermera-mejor os dejo solos…


Y se fue, Dani se alejó de mí despacio, supongo que se había dado cuenta de que, realmente, yo no estaba dentro de mi cuerpo. Yo estaba en mi camilla mirando la escena, no la vivía, la veía.

-Laia?- Dani sonaba preocupado, dulce. Pero no podía sorprenderme así después de casi 6 años.

-Creo que Laia no está aquí- Era la primera vez que Jonathan hablaba.

Dani lo miró con cara de “¿quién eres tú?”, yo lo miré con cara de “sálvame”. En ese momento agradecí importarle aunque solo fuera un poquito, porque dio más importancia a mi cara. Se levantó me cogió de la mano y me llevó a mi camilla, se sentó conmigo, obligando, así, a Dani a sentarse enfrente. La distancia me hacía sentir mejor, menos confundida.

Supongo que Dani entendía menos que yo, nos conocíamos desde que teníamos 3 años y ahora, 15 años más tarde, era incapaz de mirarle más de dos segundos. Yo lo intentaba, pero cada vez que le miraba a los ojos, recordaba cada milésima de segunde de aquel beso que, posiblemente, no duró más que uno.

Ahora el silencio hacia que me pitaran los oídos, y yo solo miraba mis pies, cruzados, colgando de mi camilla. Sentía la mirada de Jonathan y de Dani en mi cabeza, pero no podía hablar.

-Lai, creo que deberías saludar a tu… amigo

-¿Lai?-Dani miró a Jonathan extrañado- ¿cómo que Lai?

-¿qué tiene de raro?

-No nada… es solo que… ¿hace cuánto que os conocéis?

Jonathan y yo nos miramos, realmente hacia menos de un mes que nos conocíamos, pero yo no entendía la relación que tenia eso con que Jonathan me llamara Lai. En ese mismo instante apareció por la puerta la misma enfermera que trajo a Dani.

-Es la hora del desayuno, quizás puedas volver después.

-¡oh! Vale-Se levanto de un salto y emprendió la retirada.

Yo todavía seguía cuestionándome la relación entre que Jonathan me llamara Lai y el tiempo que hacía que nos conocíamos.

-Es porque él, en 15 años, no ha osado llamarte otra cosa que no fuera Laia.

“Vaya tontería” pensé

-no puedo ocultarte nada ¿verdad?

-Lo siento…

-No me importa que me leas la mente, lo hace todo más fácil.

Oí que se reía, pero era casi imperceptible.


-Jonathan ¿te molesta que Dani esté aquí?

Me miró, estaba sorprendido de la pregunta y al mismo tiempo tenía cara de culpabilidad.

-¿Por qué iba a molestarme?

-No sé… no pareces… contento.

-No es eso… si me alegra que estés contenta, es solo que- no sé por qué hizo esta pausa, no sé si buscaba las palabras, si no sabía porque era, no sé- te pones muy nerviosa el verle y no piensas bien, así que me confundes a mi también.

No era una buena escusa, Dani se había ido y seguía descontento.

-Lai-dijo cuando íbamos a empezar el desayuno-¿me cambias de bandeja?

No entendía porqué pero se la cambié. Su desayuno sabia diferente, pero pensé que serian cosas mías…

Después Jonathan volvió a dormirse, era raro que el que estuviera durmiendo fuera él. Normalmente era yo la que padecía este mal.

Me quedé mirándolo. Me pregunté qué era él para mi, qué era yo para él. ¿Le quería como un hermano? Nunca había tenido un hermano, así que no tenía con que compararlo, antes… de que todo sucediera tenía una hermana, Anabel, no me llevaba muy bien con ella, pero no es lo mismo cuando tienes un hermano, supongo. Mi mejor amiga Melanie y su hermano Jake (su padre era yanqui así que sus nombres no eran muy españoles) tenían una relación que realmente envidiaba. No sé qué opinaría ella de esto. Echaba de menos a mis amigos… ¿Era Jonathan un amigo? Seguí mirándolo, no podía quitarle la vista de encima. No creo que solo fuera un amigo, nunca me había pasado así con un amigo, bueno… solo con una persona…

-A mi no me miras así.

En algún momento de mi reflexión filosófica entró Dani en la habitación. No lo dijo susurrando, no temía despertar a Jonathan, sonó más como… una queja.

Era incapaz de responderle, ni siquiera me había percatado que estaba allí.

-Jo “Lai”-su ironía en “Lai” me erizó los pelos de la nuca- no has abierto la boca desde que llegué.

Todo esto lo dijo en un perfecto español que, a pesar de todo, no diferencié del inglés de Jonathan, ¿era yo la única que no apreciaba la diferencia lingüística que acababa de utilizar?

1 comentario:

  1. jaja ya lo encontré!! "No me importa que me leas la mente, lo hace todo más fácil" pues lo dicho, con frases así Edward Cullen se hubiera ido a la mierda antes de que escribieran para crearlo xD
    Por cierto, ahora que he aparecido en tu historia no puedo cambiarte el nombre en la mía, además si estuvieses todo el día en el "hospital" tampoco podria verte asi que tu personaje se quedara con su nombre xD
    Por lo demás no me gusta la actitud de Dani, demasiado celosón y posesivo a tomar viento ahora mismo (lo va a mandar Laiiiii) x)
    Pd: hoy no tengo poder para poner posdatas originales... o quizás nunca lo he tenido oh dios mio noooooooo :O

    ResponderEliminar